La Oficina Filatélica y Numismática de la República de San Marino, nos muestra una primera imagen de la moneda conmemorativa de 2 euros para este año 2017 con el tema «750 Cumpleaños Giotto «.
En la imagen principal se muestra el retrato de Giotto di Bondone en la parte derecha de la moneda y en el lado izquierdo podemos observar nombre «Giotto» y las fechas «1267», «2017», el campanario de la catedral de Florencia y el nombre del país emisor «San Marino». La marca de ceca romana «R» por debajo del retrato.
La moneda aparecerá el 30 de marzo en una edición de 70.500 ejemplares en un BU-Coincard.
Giotto di Bondone nace en Colle de Vespignano (Vicchio) en 1267 aunque para algunos críticos como Carlo Ludovico Ragghianti esta fecha se podría adelantar hasta una década, muere en Florencia el 8 de enero de 1337. Reconocido artista de la época desarrolló varios ámbitos artísticos, destacando la poesía, escultura, arquitectura y sobre todo la pintura, considerándose este autor del Trecento uno de los iniciadores de movimiento renacentista en Italia, su obra tuvo una influencia determinante en los movimientos pictóricos posteriores.
Giotto nació, según las fuentes más fiables, en Colle de Vespignano, en las cercanías de Vicchio del Mugello, una localidad cercana a Florencia. Según su principal biógrafo, Giorgio Vasari, era hijo de un campesino llamado Bondone, y pasó su infancia como pastor de ovejas. Si bien la mayoría de los autores cree que se llamaba en realidad Giotto di Bondone, otros opinan que su verdadero nombre de pila era Ambrogio o Angelo, y que el nombre por el que es conocido, Giotto, no sería más que un diminutivo, derivado de Ambrogiotto o Angelotto.
Según sus biógrafos, fue discípulo del pintor florentino Cimabue, el artista más conocido de su época. Vasari relata el modo en que el pequeño de once años demostró por primera vez su talento artístico: cuenta que, estando el niño al cuidado de unas ovejas, mataba el tiempo dibujando a una de ellas sobre una piedra plana con una tiza. Acertó a pasar por allí Cimabue, quien, impresionado por el talento natural de Giotto —que había dibujado una oveja tridimensional, tan natural y perfecta que parecía viva—, lo acompañó hasta su cabaña y consiguió convencer al padre de que le dejara hacer del muchacho su aprendiz.
Otra versión de la biografía de Giotto manifiesta que su padre lo mandó a Florencia para que trabajase como aprendiz con un mercader de lanas. El joven, muy interesado en el arte, tomó la costumbre de visitar el estudio de Cimabue para ver a los artistas trabajar hasta que tras la insistencia su padre le permitió entrar al taller. Vasari refiere que Giotto era un aprendiz divertido y bromista, a tal punto que en una ocasión pintó una mosca en la nariz de un retrato. Su técnica era tal que Cimabue intentó espantarla con la mano antes de darse cuenta de que estaba pintada. Esta anécdota de juventud presagia ya la técnica característica de Giotto, que lo capacitaba para pintar figuras casi reales.